Mi experiencia en el departamento de atención a cliente
Por Verónica Terán, encargada de relaciones comerciales
Durante más de ocho años he estado atendiendo a clientes que solicitan un servicio de traducción certificada y lo que más me emociona es que con el trabajo que hacemos en 9h05 del Ecuador, es decir con nuestros servicios de traducción jurada, en la mayoría de los casos constituimos el primer canal para que nuestros clientes puedan hacer de sus sueños una realidad.
Los sueños se cumplen gracias a nuestras traducciones oficiales
Sueñan con poder salir a estudiar en el exterior, sueño de finalmente reunir al grupo familiar que por migración se ha separado, la ilusión al visitar un continente y conocer su cultura, lugares de ensueño, paisajes que solo se ven en televisión… sueño en que alejándose de su país podrá ayudar esté donde esté a forjar un futuro mejor para los suyos o tal vez esperanza en encontrar el amor.
Luego el reto de enfrentarse día a día a una nueva aventura, a la incertidumbre de no saber si a quien se atiende por el teléfono, el celular, el correo electrónico o WhatsApp y redes sociales será el gerente de una empresa multinacional, un cantante famoso, un miembro de una ONG, el presidente de una asociación intergubernamental, un deportista destacado de alto rendimiento, un investigador, un poeta, una bailarina, un sacerdote, un tenista de la ATP, una figura pública, un político, un drag queen, o simplemente un soñador…
La traducción como medio para dar justicia
Como en todo también uno se enfrenta a lo menos bueno o bonito o a algo doloroso y triste cuando se atiende a quien necesita traducir su historial médico para buscar en otro país una solución a una enfermedad, cuando se debe traducir un juicio para una extradición de un padre acusado de violación a su hija, o cuando debe actuarse en calidad de intérprete en una audiencia de juzgamiento por asesinato a un menor de edad, y cuando ya no se puede hacer más la tristeza que da de ver certificado de defunción. Ahí los sueños ya están en otra dimensión y las traducciones que brindamos sirven de medio para dar justicia, encontrar reparación y poder terminar con procesos de luto.
Ya al terminar el día, el balance es esto: ¿Hemos cumplido con nuestra tarea? ¿Están satisfechos nuestros clientes con nuestro trabajo? ¿Las traducciones que hemos entregado servirán para el fin que se propuso? ¿Podemos hacerlo mejor? ¡Seguro que seguiremos mejorando! En todo caso la satisfacción de que la atención que les dimos a los clientes desde nuestro escritorio fue honesta, humana y siempre con una sonrisa.