Un sueño hecho realidad: Viajando a Cuenca, una de las ciudades más bellas del Ecuador
por Michelle Vélez, traductora de planta de 9h05 del Ecuador
Uno de mis propósitos para este 2022 era viajar un poco en mi país y conocer nuevos destinos ya que nunca fui de viajar, no porque no me gustara, sino porque no me daba el tiempo suficiente. Desde hace muchos años, escuchaba infinidad de comentarios de turistas sobre la belleza incomparable de la ciudad de Cuenca, pero yo era un poco incrédula en cuanto al tema y nunca me atreví a visitarla ya que el viaje es un poco largo debido a la distancia (8 horas desde Quito, la ciudad en donde vivo). Finalmente, haciendo honor a mi propósito, decidí darme tiempo y visitar la tan aclamada ciudad de Cuenca en el mes de mayo. Como nunca había estado ahí, decidí tomar un tour desde Quito.
Luego de viajar por la noche, desayunamos y llegamos a nuestra primera parada, el cantón Chordeleg. Este cantón es un pueblito maravilloso conocido principalmente por sus hermosas joyas fabricadas por artesanos y a muy buen precio. Me pareció un sitio super tranquilo y muy bien mantenido. Después, nos dirigimos al cantón Gualaceo, a la ciudad del mismo nombre. Este sitio es famoso por la fabricación de calzado y otros artículos en cuero. Al igual que Chordeleg, Gualaceo es un sitio muy acogedor y se aprecian algunos rasgos de arquitectura colonial en sus construcciones ya mezcladas con lo moderno. Sin duda, ambas son paradas obligatorias para aquellos que disfrutan de ver y adquirir productos artesanales de este tipo.
Al medio día llegamos a la ciudad de Cuenca e inmediatamente nos subimos en el bus turístico de dos pisos, el cual recomiendo mucho si es la primera vez que visitan esta ciudad ya que la vista desde el segundo piso es privilegiada y dentro de este bus se encuentra la audioguía que cuenta toda la historia y secretos de la ciudad. Desde que inició el recorrido, pude comprobar los comentarios que había escuchado en el pasado sobre la ciudad. Es simplemente espectacular, sobre todo el centro de la ciudad está muy bien mantenido, en orden y tiene muchísimas construcciones antiguas donde funcionan museos o entidades como la gobernación del Azuay. La catedral de la ciudad es bellísima a pesar de no ser de gran tamaño como otras iglesias de Ecuador. Considero que el centro histórico en sí es muy acogedor y se siente una atmósfera de seguridad que lamentablemente no se siente en otras ciudades del país. Todo esto hace que la experiencia sea agradable e inolvidable.
Al final del recorrido, subimos al mirador de Turi donde se puede ver toda la ciudad y sacar unas fotos increíbles. También se puede comer o tomar algo en
Cuenca también tiene una vida nocturna bastante activa. En el centro se encuentran varios restaurantes y bares tranquilos en donde conversar con amigos. Alla fuimos nosotros a degustar cerveza artesanal en una cervecería que funciona dentro de una construcción antigua.
Al día siguiente, visitamos el Spa Piedra de Agua. Este es un sitio con piscinas termales y variedad de servicios de terapias y masajes. En esta ocasión solos visitamos las piscinas, pero tan solo eso fue increíble. El diseño del lugar es bellísimo y de lo más relajante para nadar y tomarse una bebida en la piscina. Además, olvidaba mencionar que durante todo el viaje tuvimos un clima privilegiado, muy abrigado y perfecto para cualquier actividad.
Por otro lado, visitamos la región del Cajas que se encuentra cerca de la ciudad de Cuenca. Visitamos miradores, desde donde se aprecian las lagunas de los páramos que alimentan a los principales ríos de Cuenca. Es un ecosistema completamente diferente a lo que se ve en otros sitios del país. En esta zona se encuentra el santuario de la virgen del Cajas, el cual en su época generó mucha curiosidad no solo en los creyentes católicos, sino en cualquiera que escuchaba la historia de la aparición de la virgen y de su profeta, una joven a través de la cual la virgen enviada mensajes a la humanidad. Para conocer el final de la historia, tienen que llegar al santuario, el cual goza de una atmosfera de mucha paz. Por la noche, aunque cansados, hicimos una parada infaltable en este paseo: fuimos a tomarnos las respectivas fotos en las letras de la ciudad.
El ultimo día, salimos de Cuenca para dirigirnos a las ruinas de Ingapirca, un fabuloso sitio arqueológico donde sus guías nos explicaron todos los hallazgos que se hicieron ahí y su historia. Es uno de los más importantes del país y está muy bien conservado y protegido a pesar de que todos los años recibe una gran cantidad de turistas. Finalmente, de “yapa” (como decimos aquí en Ecuador para referirnos a un extra o adicional), visitamos la ciudad de Azogues y el desierto de Palmira. Azogues es una ciudad tranquila, y con una arquitectura similar a la Cuenca. En cuanto al desierto, es otro sitio muy popular en el turismo del Ecuador en los últimos años. Realmente es un poco loco poder caminar, jugar, deslizarte e ir a caballo por un desierto en Ecuador y sentirte como en Egipto. En este sitio puedes alquilar tablas o caballos para divertirte y dar un paseo, además de tomarte fotos con el exótico paisaje.
Sin duda, Cuenca y sus alrededores son mágicos. No puedo describir en su totalidad lo espectacular de la experiencia. Eso es algo que cada uno tiene que vivir cuando visita esta ciudad.
Como en este viaje no alcancé a hacer todo lo que la ciudad ofrece, decidí volver a viajar en el mes de noviembre, esta vez junto a una amiga. Algunos detalles generales son similares a la primera experiencia, pero esta vez pudimos hacer algunas cosas diferentes.
El primer día, fuimos a conocer el Bioparque Amaru, más conocido como el zoológico de Cuenca. Disfrutamos un recorrido de 4 horas en una hermosa locación en medio de la naturaleza. Considero que este es uno de los lugares más hermosos en los que he estado en toda mi vida. Tiene animales rescatados de todas las regiones del Ecuador. Es un sitio muy informativo, amplio y que además genera conciencia ambiental a través de varios recursos que no quisiera delatar. En este sitio estuvimos muy felices y nos emocionamos hasta las lágrimas con algunos de los animales, sobre todo al final del recorrido cuando pudimos ver muy cerca a los leones, quienes nos ofrecieron un concierto de rugidos.
A la mañana siguiente, nos fuimos a visitar el Spa Piedra de Agua, pero esta vez para disfrutar de uno de sus circuitos, ya que además de piscinas termales, también se puede contratar otros servicios. Realizamos otras actividades como: terapia con barro rojo y azul, piscinas termales subterráneas, baño de cajón y turco. Además de esto, se puede disfrutar de más actividades si se dispone de más tiempo. El servicio es excelente y estar sumergido en sus piscinas subterráneas es una experiencia que parece de otro mundo.
Teníamos nuestro boleto de autobús para volver a las 14h00, pero nos dimos un gran susto al buscar taxi para transportarnos hasta la terminal media hora antes. No había servicio ya que nuestra selección estaba jugando su primer partido del Mundial de fútbol y la ciudad estaba paralizada. Afortunadamente, logramos subir a tiempo al autobús. Moraleja: tomar en cuenta este tipo de circunstancias extraordinarias. Aunque el viaje puede parecer un poco pesado por la distancia, vale completamente la pena porque vas a vivir días hermosos en esta zona de nuestro país. ¡100% recomendado y, ya tengo muchas ganas de volver!